Si alguna vez te ha tocado asistir a un funeral, sabrás que se trata de un evento en el que abundan la angustia, el dolor y los colores oscuros. Sin embargo, esta manera de vivir el luto, desde la seriedad y el recogimiento, resulta impensable -y hasta insultante- en otras culturas.

"Los colores que representan un funeral, los tiempos de duración del mismo, sus formas... lo que implica una gran variabilidad entre regiones. No es lo mismo morir en oriente que en occidente, en África que en Europa, en países industrializados que otros que no lo son", comenta el antropólogo Juan Ignacio Cayola.

"El luto constituye la expresión simbólica del sentimiento de pérdida experimentado como respuesta universal a la muerte, una expresión social en sí misma y, por lo tanto, externa y sujeta a una gran variabilidad cultural", agrega el especialista.

De hecho, para estas sociedades, las celebraciones de despedida son fiestas con todas las letras.

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Indonesia

La región de Tana Toraja en Indonesia es súper conocida por sus excéntricos rituales funerarios. Los toraja no ven la muerte como un evento desgraciado y abrupto, sino que se preparan para ello. En su lógica, la muerte es un viaje en que los difuntos se dirigen al Puya (la tierra de las almas) y entonces hay que salir de casa preparado. Por ello están dispuestos a hacer grandes gastos de dinero.

Además, en esta región, se momifica a los muertos y, aunque para ti suene bastante extraño, se convive con ellos meses (incluso años) en el hogar, ya que solo se les considera medio muertos o “en pleno viaje”. La momia goza de una atención espléndida: se le ofrecen whisky, cigarrillos y los mejores manjares durante el tiempo necesario para que la familia ahorre para pagar la gran celebración de despedida.

Miles de personas acuden a esta celebración donde se canta, baila, se sacrifican animales y se da de comer. Bajo ningún punto de vista esto se enmarca en un evento triste.

"En las pequeñas sociedades se aceptan numerosos estadios de transición durante los cuales el fallecido aún está presente. Existen muchas gradaciones de la muerte, la transición pasa del pivotar de la persona que queda viva a la que muere", aclara Cayol.

Madagascar

Conocer a tus suegros por primera vez puede ser una de las cenas más extrañas de tu vida, dentro de esta cultura. Los malagasi de Madagascar, celebran la Famadihana, una tradición funeraria en la cual, las personas desentierran a sus muertos, les sacan de las criptas, les envuelven con nuevas ropas, se los llevan de procesión y los sientan a la mesa a comer con toda la familia.

Se trata de "una expresión abierta del dolor", asegura Cayola. Así, la muerte se trata como un tema familiar en vez de "un problema sanitario del que se encarga la funeraria", finaliza el antropólogo.

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Nueva Orleans

El jazz forma parte de la vida y de la muerte en Nueva Orleans (EE UU). Los llamados Jazz Funerals son la mejor manera que tienen los habitantes de este estado sureño de despedir a sus seres queridos.

Aquí, los funerales son una celebración ritual que se nutre de influencias tribales africanas, marchas militares francesas y melodías mortuorias tradicionales. "Son pura emoción. Permiten a las personas llorar, estar tristes y luego hacer la transición a un estado en el que se regocijan y se sienten felices por la vida que se vivió", cuenta Caleb Dufresne de Nueva Orleans.

"La celebración consiste en una marcha con una banda de música que todo el mundo sigue mientras recorre las calles. Es un momento en el que empiezas llorando, pero te sientes muy acompañado. Para cuando terminas, la gente está sonriendo, disfrutando los momentos felices de la vida con esa persona. Es algo diferente de cualquier otro lugar", concluye el joven americano.

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México

En este país, el Día de Muertos es una celebración más que conocida. Cada 1 de noviembre, los cementerios se llenan de gente que lleva comida, bebida y música.

Los hogares se llenan de fotografías de sus difuntos y de aquello que les gustaba comer y beber. Otra tradición que no puede faltar es el pan de muerto, especialmente elaborado con forma de cráneo y cuatro huesos.

También se componen calaveritas literarias, que son versos relacionados con la muerte y dedicados al difunto. Las celebraciones pueden durar desde un día hasta toda una semana, dependiendo de la región.

Ghana

En este país de la costa oeste africana, las personas se toman los funerales como una fiesta de importancia capital. Las tradiciones aseguran que, en los velatorios, las familias gastan más dinero que en una boda.

Se tratan de eventos sociales que se anuncian en las vallas publicitarias de las carreteras y a los que asisten cientos de invitados. Cuantos más, mejor, ya que quiere decir que la persona fallecida fue apreciada. Comida, bebida, música y baile, toda una celebración para acompañar a la familia y honrar al difunto.

"La ritualización del duelo tiende a ayudar a la reconstrucción psicológica del que lo sufre", comenta Cayola. Y en el caso de los ghaneses, está claro que han captado esto a la perfección. 

Otra curiosidad en esta forma de experimentar la muerte, es un detalle tan único como la importancia del ataúd. Muchos ghaneses se enorgullecen en enterrar a sus muertos en ataúdes personalizados con una forma que honre a la persona fallecida. Una avioneta si era piloto, un pez si se dedicaba pesca o una botella de soda si esa era su bebida favorita.

¿Qué te ha parecido esta nota? ¿Asistirías a uno de estos rituales?

Fuente:

El país