Los camposantos o cementerios (cuyo nombre proviene del griego Koimeterion, que quiere decir “lugar para dormir”) tomaron su auge a partir de la Revolución Industrial en Europa, cuando se consideró un problema de higiene la forma en la que se estaban enterrando los cadáveres en los jardines de los hogares y alrededores de las iglesias.

Los sitios que te mencionamos a continuación opacan esa imagen de cementerio gris, frío y hasta lúgubre, y la cambian por espacios que si bien invitan al sereno y a la paz, resultan hermosos y atractivos como para dedicarles una visita turística. Incluso, algunos se han ganado el foco de atención por las personalidades que en ellos reposan.

Cementerio de South Park Street en Calcuta (India)

Es el campo santo cristiano más grande del mundo construido a mediados del siglo XVIII fuera de Europa o América. En sus inicios este lugar no tenía nombre y era conocido como “el cementerio del camino de tierra”, viéndolo bien parece sacado de la aldea donde era nativo Mowgli, el protagonista del Libro de la Selva.

Según refiere el blog “Entre piedras y cipreses”, la instalación de un parque en las inmediaciones de la casa jardín Vansittart, hizo que lo comenzaran a llamar Park Street. En este cementerio abunda una fusión de estilos arquitectónicos que van desde lo gótico hasta el indo-sarracena, con la forma de Panchayatana (templo hindú rodeado de cuatro capillas). En el lugar reposan los restos del fundador del jardín botánico de Calcuta, el coronel Robert Kud, entre otros personajes ilustres.

Cementerio de Okuno-in, Osaka (Japón)

Su nombre significa “templo de fondo”, y cuenta con una leyenda sobre la resurrección. Se cree que el fundador del budismo Shingon, Kobo Daishi (quien descansa en los terrenos de este campo santo) renacerá en algún momento acompañado de sus seguidores. Por ese motivo se dice que en el lugar no hay muertos si no almas que esperan ser despertadas para regresar a la vida.

De hecho, uno de los espacios más admirados del cementerio es el mausoleo de Kobo Daishi, iluminado con farolas y rodeado por estatuas de budas.

Cementerio de Mirogoj, Zagreb (Croacia)

No tiene nada que envidiarle a un palacio real o a una galería de arte fusionada con la naturaleza, ya que las plantas del lugar se van mezclando con las tumbas. Hasta es considerado por los expertos en turismo como uno de los más bonitos de Europa.

En este majestuoso sitio reposan miembros de todos los grupos religiosos, por lo que es fácil imaginar que hay distintos tipos de monumentos que lo hacen un lugar fuera de serie.

Además de ser un espacio digno de apreciar por sus llamativas arcadas como elemento arquitectónico, en este camposanto hay monumentos dedicados a los soldados croatas que fallecieron durante la Primera Guerra Mundial y también hay uno en memoria de las víctimas de la guerra de independencia croata.

Neptune Memorial Reef, Florida (EEUU)

Para visitar este particular campo santo, ubicado en la costa de Key Biscayne, se necesita un equipo de buceo, así como lo lees, porque se encuentra nada más y nada menos que bajo el mar, como la canción del cangrejo Sebastián en la película de la Sirenita.

En este arrecife artificial, de 12 metros de profundidad; se unen las cenizas de los difuntos con cemento para posteriormente crear esculturas de leones, columnas, estatuas, entre otros. Una forma diferente y particular de quedar inmortalizado en el tiempo.

Lo cierto es, que este cementerio se ha convertido en la recreación de la ciudad perdida, Atlantis.

¿QUÉ otro agregarías a esta lista?

Fuentes:

Muy Historia

La Vanguardia