Cuando hablamos de sexo, hay muchos temas que a veces se dejan deliberadamente de lado, por una cuestión de vergüenza y tabúes. El llamado “punto G” masculino o “punto P” es uno de ellos.

Se trata ni más ni menos que de la próstata, que es una pequeña glándula del tamaño de una nuez, que se encuentra debajo de la vejiga y delante del recto. En este caso (a diferencia de, por ejemplo, el clítoris), la próstata tiene una función concreta: producir y segregar un líquido por el cual salen los espermatozoides.

Pero además, está cargada de terminales nerviosas y su estimulación puede conducir al hombre a orgasmos súper fuertes e intensos.

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¿Por qué no se habla tanto del punto P?

Posiblemente, parte del tabú del punto P tiene que ver con que se lo asocia directamente con la homosexualidad, por el hecho de que su estimulación directa se hace a través del ano.

Los preconceptos erróneos acerca de la sexualidad hacen creer que un hombre que disfrute de la estimulación de la próstata es necesariamente gay. Por ese motivo muchos hombres heterosexuales no se “animan” a probarlo, como si pusiera en riesgo su masculinidad (o como si ser gay fuera algo horrible).

Cada quien es libre de probar cosas nuevas en la cama o no, pero la verdad es que la estimulación del Punto P no hará otra cosa que brindar mucho placer si se hace adecuadamente.

Así que las chicas que quieran probar una nueva forma de enloquecer a sus hombres (los que no tengan prejuicios ni tabúes), deberían prestar atención a las dos maneras habituales de estimular la próstata.

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Estimular el punto P de forma externa o indirecta

Esta es quizá la mejor manera de comenzar a explorar el punto P. Ideal para ir entrando en clima, buscando formas de tocar y generar sensaciones.

En este caso hay que acariciar la zona entre los testículos y el ano, de forma suave. Siempre es importante tener en cuenta que es una parte delicada del cuerpo masculino, por lo cual hay que tratarla de forma delicada.

Lo mejor es ir de menos a más, siempre atenta a la reacción del hombre.

Estimular el punto P de forma interna o directa

Esta es la estimulación que más resistencia genera en muchos hombres, por lo cual es muy importante nunca usar este tipo de estimulación sin hablarlo previamente. Pero la verdad es que los hombres que se atreven, generalmente la pasan increíble.

La estimulación directa consiste en la introducción del dedo a través del ano. Para que esto sea agradable, es importante comenzar con una buena estimulación: hacer masajes en los bordes del ano, para relajarlo y excitarlo.

Cabe recordar que el ano no tiene lubricación propia. Por lo cual, no está de más usar un lubricante.

Mientras tanto, otros tipos de estimulación como sexo oral o besos apasionados pueden ser el combo perfecto.

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Fuentes:

Su Médico

Universo Alessandra