Existen mitos para todos los temas de la humanidad. Pero, ¿qué tal si estas falsas verdades se relacionan con nosotros mismos?

Si bien es cierto que gracias al avance de la tecnología, pudimos aprender más sobre nuestro cuerpo, aún al día de hoy muchos libros de texto con los que se educa a los pequeños, que se encuentran desactualizados. Así, la desinformación sigue sembrándose minuto a minuto.

En este post descubrirás algunas creencias falsas sobre nuestro increíble cuerpo. ¡Adelante!

[También te puede interesar: Mitos falsos sobre el sueño que debes derribar]

1. Nuestro olfato es pésimo

Esta es una afirmación que escuchamos muy frecuentemente. Pero si te contamos que podemos descifrar cerca de un billón de olores y cada especie puede distinguir algunos de mejor forma que otros, ¿seguirás pensando lo mismo?

La mayoría de la gente cree que el olfato es uno de los sentidos que menos importancia tiene, y esto se debe a no prestarle la atención suficiente.

Nuestro sentido del olfato no es malo

2. Sólo reconocemos cuatro sabores

Otro mito que hay que derribar. Luego de tantos años de vida, te vienes a enterar de que nuestro rastro gustativo no sólo se trata de lo dulce, salado, agrio y agridulce.

Umami es el quinto sabor que hace referencia al ácido glutámico, mejor conocido como glutamato. Está presente en quesos, carnes y algunas verduras o la salsa de soja, por ejemplo.

Además, aún existen sabores que están en disputa como el de la grasa o sabor adiposo, o bien el del picor.

sentido del gusto

3. Sólo tenemos cinco sentidos

Con el avance de la ciencia y el desarrollo de los dispositivos necesarios para seguir profundizando saberes específicos, los investigadores han encontrado otros sentidos mas allá de la vista, oído, olfato, tacto y gusto.

Si bien no todos han sido aceptados por toda la comunidad científica, lo cierto es que en efecto tenemos más de cinco sentidos. Entre los nuevos que se han incluido, aparece la propiocepción, que es lo que nos permite sentir los miembros del cuerpo sin la necesidad de verlos. Es gracias a este sentido que una tenista puede pegarle a una pelota o que puedes tocar una parte de tu cuerpo sin necesitar de un espejo.

La termocepción es otro de los sentidos que trata la capacidad de registrar las temperaturas para saber si algo está muy caliente o frío. También existe el sentido del equilibrio y hasta la nocicepción, que es el sistema que nos ayuda a sentir el dolor o lo que podría ser potencialmente hiriente o doloroso.

[También te puede interesar: 3 mitos sobre la sexualidad femenina que necesitas derribar]

4. Las huellas dactilares son irrepetibles

Imagina todo lo que se ha difundido esta creencia que, al día de hoy, la identificación de huellas digitales se utiliza como prueba irrefutable en las investigaciones. Sin embargo, aún no sabemos si en verdad no existen dos huellas iguales en todo el mundo.

Si te detienes a pensarlo un instante, tiene sentido: somos tantos, que los registros que se tienen no son lo suficientemente significativos para poder afirmar con todo el peso de la evidencia si esto es cierto o falso.

5. Las uñas y el cabello siguen creciendo tras la muerte

De todos los mitos mencionados, este es el que más ha perdido fuerza con el paso del tiempo. Por un momento fue motivo de todo tipo de terrores y pesadillas, pero lo cierto es que una vez que morimos, la actividad cerebral desaparece y con ella, la fabricación de nuevas células.

Lo que en verdad ocurre, es que al morir nuestra piel se retrae, lo cual podría hacer que nuestras uñas y cabellos se vean más largos.

¿Qué mito ha llamado más tu atención? ¡Cuéntanos!

Fuente:

Cultura Colectiva