Es cierto que ante cualquier estímulo que nos genera mucho placer, el miedo aparece para recordarnos cuanto apreciamos esto que nos hace sentir mejor. Sucede con un trabajo que amas: al cambiar de supervisor o entrar un jefe nuevo, sientes inseguridad y miedo de perder esto tan grande para ti.

Claro que también sucede en las relaciones. Cuando nos enamoramos profundamente, a veces nos invade este miedo que nos hace sentir amenazados. En este momento, es importante identificar que nos encontramos ante una ligera idea inconsciente: creemos que la otra persona es de nuestra propiedad. Esta sensación, casi inexplicable, surge de manera espontánea y por momentos se hace insoportable ya que genera enojo, o mejor conocido como celos.

¿Qué produce los celos?

Vamos por partes: Primero, repasemos que los celos son una respuesta emocional que nos inquieta cuando nos sentimos amenazados de perder algo que creemos que nos pertenece. Según Eduardo Calixto González, profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de México (UNAM), la sustancia que se encarga de hacernos sentir celos hacia nuestros vínculos (pareja, padres, hermanos y amigos) es la vasopresina.

Ésta sustancia es la principal culpable: nos hace pensar que las personas son objetos que podemos poseer y que nadie puede tocar. Esto, hace algunos años atrás, se vinculaba con el concepto del “verdadero amor”. Es decir, antes, al amor de tu vida, lo amabas “con locura”.

Hoy, este paradigma evolucionó y entendemos que la locura es tóxica. Que lo mejor es amar de manera sana y entendiendo que nadie es dueño de nadie. Somos compañeros o compañeras que nos elegimos desde el respeto. Todos los vínculos se tratan de una relación par.

En esta línea, el experto explica que, mientras más niveles de vasopresina tengamos, los sentimientos de amor y felicidad reales van a desaparecer para sólo dejarle lugar a los celos posesivos y tóxicos. Esto, claramente, llevará nuestra relación al fracaso.

Es cierto que es completamente normal sentir celos. No sólo en vínculos amorosos, por supuesto. Lo más importante de esta emoción es que aprendamos a controlarlas, es decir, que nosotros o nosotras controlemos a los celos y no que ésta emoción tóxica te controle a ti. ¿El consejo? Al sentirte amenazado, plantea esta inseguridad a tu pareja. Cuéntale qué te genera inseguridad y pregúntale de manera directa cómo se siente con esto. Los canales de comunicación sinceros y honestos serán lo mejor que podrás construir de a dos.

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