Los bostezos suelen ser una reacción en cadena y, en muchas ocasiones somos incapaces de evitarlos. Según el portal National Geographic, los bostezos son una respuesta involuntaria de nuestro cuerpo que puede tener varias explicaciones. Pero una de las cosas más misteriosas de esta reacción natural al sueño o aburrimiento, es que puede contagiar a nuestro entorno. ¿Por qué? Existe todo tipo de hipótesis al respecto que estamos dispuestos a estudiar.

OXIGENAR EL CEREBRO

El científico Mark A. W. Andrews, de la facultad de medicina de Erie, asegura que bostezar es un reflejo producido por el núcleo para ventricular del hipotálamo, que regula la temperatura del cuerpo, al detectar insuficientes niveles de oxígeno en la sangre. Si bostezamos inhalamos grandes cantidades de aire de golpe que reestablecerían esos niveles.

Científicos de la Universidad de Albany opinan que bostezar sirve para refrigerar el cerebro porque se da golpe de aire frío que enfría la sangre que pasará por el área nasal y bucofaríngea. Esto mantendría alerta y en funcionamiento al cerebro en caso de estar perdiendo energías.

ANSIEDAD

No somos los únicos en bostezar. Algunos animales también lo hacen, pero los científicos de la Universidad de Pisa se fijaron específicamente en una especie de lémur en Madagascar. Determinaron que una de las razones por las que bostezaban era por ansiedad cuando sus depredadores estaban cerca.

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EMPATÍA

Científicos de la Universidad de Pisa realizaron un estudio en trenes desde Italia hasta Madagascar. Determinaron que existe una conexión entre el bostezo y la empatía que se tenga con esa persona. En primer lugar, había un mayor contagio con parientes, luego con amigos, conocidos y por último desconocidos.

El estudio recopiló reacciones de más de 100 personas adultas en las que se contemplaban distintas variables, como las relaciones entre sí, nacionalidades, géneros y cómo bostezaban (con la boca abierta o más contraídos).

No obstante, hay un debate en el análisis de estos resultados. Andrew Gallup, biólogo de la Universidad de Princeton, cree que la razón a todo esto es que prestamos más atención a los bostezos de los seres queridos que de los desconocidos.

UN (ARCAICO) SISTEMA DE COMUNICACIÓN

En la Universidad de Londres un grupo de científicos reveló que las personas con autismo bostezan, pero son inmunes al bostezo contagioso. Consideran que es una función primitiva de comunicación dentro de un grupo de personas, para establecer lazos de empatía entre los miembros del grupo.

Ahora que tienes varias hipótesis, ¿cuál es la que te parece mejor?

Fuentes:

NationalGeografic

Gizmodo