Hace pocos días, el gobierno de Inglaterra dio luz verde a una ley que prohíbe comerciar perros y gatos, menores a seis meses, en tiendas de mascotas. El objetivo es ponerle un freno a la crianza de animales domésticos destinados sólo para la venta.

La medida fue impulsada en diciembre de 2018 por Lisa Garner, una simple mujer que ama a los animales. Ella, en un centro de crianza encontró a “Lucy”, una hembra de raza “King Charles Spaniel”, en estado de abandono ya que su edad fértil había terminado. Al no poder traer más cachorros al mundo, o perritos traducidos en dinero, estaba malnutrida, enferma y en condiciones más que deplorables.

Lisa se llevó al animal e inmediatamente compartió fotos y una denuncia pública en las redes detallando su situación. A partir de este posteo, se dio pie a una campaña sorprendente que terminó días atrás con una preparación de ley llamada “Ley Lucy”.

El Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del gobierno inglés notificó esta prohibición de venta en cualquier tipo de local, luego que consulta pública diera como resultado 95% de participantes a favor de dicha medida. ¡Los amigos no se compran y menos que menos, se venden!

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