Hoy por hoy, relacionar el término inteligencia de manera exclusiva con el ámbito intelectual es un grandísimo error. Anteriormente, ser inteligente sólo significaba dedicarse a algún campo de la ciencia, ya sea resolviendo problemas abstractos, especulación metafísica, etc.

Con el tiempo y los avances mundiales, la definición cambió y hoy es claro entender que la comprensión de las emociones, la creatividad y el sentido artístico entre otras, son características propias de la inteligencia.

A continuación, verás cinco rasgos que apuntan hacia conductas singulares. ¿Te sientes representado por ellas? Adelante:

1. Las personas inteligentes se hacen cargo de sus errores, sin culpar a un tercero.

Asumir una responsabilidad es una de las primeras muestras de inteligencia y madurez en una persona. Mucho más si ese error tuvo o tiene consecuencias. Reconocer un error también hace posible aprender de él para no cometerlo de nuevo.

2. Las personas inteligentes saben reconocer cuando son totalmente ignorantes

Quien reconoce su ignorancia en un tema en particular, genera un espacio fértil de conocimiento absoluto. Puede sonar extraño pero, ser inteligente comienza por reconocer la propia ignorancia.

3. Las personas inteligentes no reaccionan con agresiones

Las ciencias cognitivas han estudiado esto por años. Las conductas agresivas se relacionan con la incapacidad de resolver asuntos mediante palabras o la propia razón. Asimismo, en un estudio de la Universidad de Michigan se observó que, en niños de 8 años, la agresividad obstaculiza el desarrollo de la inteligencia.

4. Las personas inteligentes empatizan con las emociones de los demás

¿Has escuchado sobre inteligencia emocional?. Ser inteligente es también entender nuestras emociones y las de los demás. El punto está en entender que tienes que entender al otro no sólo desde un punto de vista discursivo o conductual. Las distintas realidades que posee cada individuo, requieren de una intención por comprender sus sentimientos distinta.

5. Las personas inteligentes no se creen mejor que nadie

Los prejuicios son signos de falta de inteligencia. Ya habrás oído sobre esta reflexión psicológica que dice que “cuando una persona se cree mejor que otra, sólo está exponiendo su propia inseguridad”. Un gran ejemplo de esto está a la vista en la investigación de la Universidad Brock de Ontario. Allí se encontró una estrecha relación entre las personas con un bajo coeficiente intelectual y las posturas de homofobia, el racismo o la aprobación de castigos severos.



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