La bipolaridad es una enfermedad maníaco-depresiva, según el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos. Este trastorno causa cambios inusuales en el estado de ánimo, la energía, los niveles de actividad y la capacidad de llevar a cabo tareas cotidianas.

Ser bipolar significa, en un sentido coloquial, tener un humor cambiante, pasar de la tristeza a la alegría, y de la alegría al enojo, a propósito de nimiedades, en cuestión de pocos minutos, de manera impulsiva e impredecible, a lo largo de todo el día.

La bipolaridad tiene señales depresivas y también maníacas. Algunas señales pueden ser: sentirse eufórico o sentirse triste o vacío; sentirse nervioso; no disfrutar de nada; tener cambios de humor repentinos; pensar demasiado (y rápido); tener pérdidas de memoria; comer mucho, o poco; actividades riesgosas; pensar en la muerte.

Pero hay otras señales que son silenciosas y que pueden pasar desapercibidas a la hora de consultar a un especialista.

¿Qué puede desencadenar este trastorno?

Según NHS no hay estudios que hayan comprobado cuál es la causa exacta de esta enfermedad, pero sí está vinculada con el estrés extremo, con situaciones que cambian radicalmente la vida de las personas, los problemas muy graves y, también, con factores genéticos.

¿Cuáles son las señales silenciosas de esta enfermedad?

1. Te distraes de forma sencilla

¿Te distraes fácilmente y está afectando tu trabajo o tus relaciones? La bipolaridad perjudica la concentración de las personas y los imposibilita de terminar proyectos o tareas en el trabajo.

2. No tienes sueño

el insomnio puede ser una señal de esta enfermedad. Pero, además, el no dormir no interfiere en las energías que tendrá el resto del día o de la semana. Esto sucede en la fase maníaca; en la fase depresiva, la persona dormirá más de lo normal, según RD.

3. Te irritas fácilmente

Si bien muchas personas pueden irritarse sin necesariamente tener bipolaridad, puede ser una señal. Y como se puede vincular con otros problemas, pasa desapercibida. Quizá tienes que prestar atención a las cosas que te molestan, si no hay razón para el enojo, consulta a un médico para quitarte cualquier duda.

4. Hablas demasiado rápido

¿A las personas les cuesta entenderte porque hablas muy rápido (más de lo normal)? Tu ansiedad te está impidiendo vincularte con las demás personas.

Si crees que tienes estas señales seguidas u otros te resaltan ciertas actitudes fuera de lo normal, lo mejor es visitar a un especialista para que aclare tus dudas o comience el proceso de diagnóstico.

Fuentes:

Vix

Psicología y Mente