Hoy en día existe gran preocupación por tener una buena apariencia física, y es por ello que al salir a la calle podemos observar chicas muy hermosas y hombres con atributos resaltantes, muchos de ellos genéticamente tienen lo suyo, pero la mayoría han recurrido a la ayuda del bisturí, bien dicen por ahí que se vale buscar alternativas que te puedan ayudar.La realidad es que no todos contamos con la cantidad de dinero disponible para este fin y por ello limitarse para acceder a un procedimiento estético no es la idea, el objetivo es buscar el servicio más económico que se oferte en el mercado, sin olvidar que debemos estar en las manos expertas y profesionales de quienes saben hacer esta tarea.La historia de Anny es la de muchas mujeres que al igual que ella decidieron darse un buen retoque y así lucir más bella. Acudió a un lugar donde se ofrecía un buen servicio en manos especializadas quienes con fines estéticos te realizan procesos sencillos pero muy bien hechos algo que llamó la atención de la chica y sin dudar confió su belleza a ellos.Quería lucir unas pestañas bien hermosas, acudió al salón de belleza y ahí empezó su pesadilla, nada salió como lo esperaba y los resultados fueron  desastrosos, lo que en un principio parecía un cuento de hadas se convirtió en la historia más escalofriante que Anny haya vivido.Al transcurrir los días pudo ver cómo se iban cayendo sus pestañas una a una, al límite de perderlas casi todas. Este tratamiento estético fue quizás la peor decisión que tomó en su vida, pensó que nunca debió haber depositado su confianza en lo que al parecer no eran tan expertos como lo hacían ver.Fue Facebook el trampolín que le sirvió a la chica para desahogarse y contar lo que le había sucedido. Público fotos y los comentarios no se hicieron esperar, la cantidad de personas que se solidarizaron con Anny fue sorprendente, inclusive muchas mujeres comentan experiencias similares y el  mal momento que habían pasado.Personas inescrupulosas que sin consideración ofrecen servicios estéticos que ni siquiera saben hacer, existen en cantidades a nivel mundial. Que el testimonio de Anny sirva de reflexión y antes de someterse a algún proceso quirúrgico o estético, es fundamental asegurarse si en verdad las personas que dicen saber, están en la capacidad y tienen el respaldo de la sociedad médica que acredite su función.