El llanto de un pequeño niño es bastante angustiante, y lo es más aún si el niño comienza a pedir a gritos y entre sollozos a su mamá.Esto fue precisamente lo que una joven de Baquedano, Chile, vivió una tarde del fin de semana en que se montó en una unidad del transporte público para dirigirse a su destino.Maca Díaz, ese es el nombre de esta valiente chica chilena, quien un fin de semana como cualquier otro tomaba el bus sin preocupación alguna e iba inmersa en sus pensamientos, pero algo la sacó de sí, el llanto de una pequeña niña que al parecer iba con su madre y su padre, la niña gritaba y lloraba, armando un completo escándalo.Maca pensó que el alboroto que la pequeña había hecho era debido a una rabieta y nada más, así que se dispuso a escuchar música y se colocó sus auriculares; mientras subía el volumen, notó que la pareja se había dirigido hacia los últimos asientos del autobús a pesar de que habían muchos otros desocupados en la parte de adelante.Sin darle mucha importancia, trató de evitar escuchar el llanto de la pequeña, que aún lloraba sin consuelo alguno, hasta que repentinamente comenzó a llamar a su madre, decía que quería estar con su mamá y continuaba llorando, esto llamó la atención de Maca, quien rápidamente se dio cuenta de que algo andaba mal.La joven se preguntó entonces que si la niña llamaba a su madre era porque aquella mujer con la que estaba no era su mamá, así que decidió decirle al chofer que detuviera el autobús y cerrara las puertas, cosa que accedió hacer el chofer, acto seguido, Maca llamó a la policía para notificar lo que allí acontecía.Fue entonces cuando la pareja notó que se habían detenido y se preguntaban cuál era el motivo. El hombre comenzó a desesperarse y empezó a dar patadas a la puerta. Cuando llegó la policía, efectivamente ya se había hecho un reporte de una niña desaparecida con las mismas características de la pequeña que abordaba la unidad de transporte.Sin duda alguna, gracias a la valentía y la disposición de esta joven para resolver la situación pudo permitir que esta niña pudiera llevar una vida normal y llena de amor junto a sus padres. Todos debemos aprender de ella y no quedarnos callados ante este tipo de situaciones.