Fue durante la segunda guerra mundial que el ejército soviético se veía amenazado por los tanques Alemanes y no tenían forma posible para destruirlos. Hasta que llegó la solución en forma de can. Pues éstos eran entrenados con bombas que tenían amarradas a sus cuerpos para destruir los tanques enemigos.Fue en 1924 que el consejo militar revolucionario de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas aprobó la utilización de los perros bomba para propósitos militares y defensa contra los alemanes. Se creó una escuela de adiestramiento en Moscú donde reclutaban adiestradores de perros policías, cazadores, veterinarios y entrenadores de circo. Eran entrenados en áreas de rescate, rastreo de minas y personas, transporte de comida y medicinas, y sobre todo: LA DETONACIÓN DE BLANCOS ENEMIGOS. Mientras se llevaba a cabo el adiestramiento a los perros se les dejaba sin comer unos días y cuando era tiempo de alimentarlos se les ponía la comida debajo de tanques para hacer que pensasen que en los tanques encontrarían siempre su alimento.La primera vez que llegó un grupo de perros al combate fue en 1941. Compuesto de 30 perros y alrededor de 40 entrenadores. Los perros llevaban un chaleco lleno de explosivos y contaba con un detonador en forma de palanca que se doblaba cuando pasaban por debajo de los tanques haciéndolos estallar. Desde luego el uso se perros bomba tuvo consecuencias demasiado graves. Algunos canes se negaban a lanzarse contra los tanques y todos los que lo hacían morían tiroteados en el intento de destruirlos, otros más que se asustaban con el ruido de los disparos y corrían a sus trincheras: explotaban matando a su propio ejército. El origen de ésta idea surgió del científico Iván Pávlov. El autor de la psicología conductivista cuyos experimentos se basaban en el intento de la modificación de la conducta animal mediante estímulos que crean determinadas respuestas.