Motivos hay suficientes para que  los animales se ganen nuestro corazón. Ellos con sus gestos, su compañía desinteresada y su dedicación para con nosotros, van calando en nuestras vidas y por ello hacen parte de nuestras familias, son un integrante más de la misma.Por eso duele tanto cuando escuchamos o sabemos de casos de maltrato animal y vaya que la brutalidad humana nos hace sentir vergüenza, pues como es posible que quienes se supone tenemos muchas ventajas frente a los animales, seamos culpables y responsables de tanta violencia y abuso con los que simplemente están y no merecen maltrato alguno, unos peludos amigos que no tienen máscara y actúan con su corazón en la mano.Karina Chikitova, una linda niña de tan solo 3 años y quien vivía en Siberia en una pequeña  casa que compartía con su mamá y su mascota. Era una niña muy inteligente y audaz, se movilizaba por todo el pueblo a pesar de su corta edad. Afortunadamente el lugar era muy tranquilo y la menor conocía todos los rincones, lo cual les daba confianza a sus padres y le permitían salir sola por los alrededores.En un pueblo cercano vivía su padre y Karina lo visitaba frecuentemente, algo que alegraba a padre e hija, compartían hermosos momentos y ella regresaba a casa. Pero en la última ida de la pequeña en busca de su padre, todo tomó un rumbo diferente pues nadie sabía del paradero de ella. La angustia y el desespero invadieron a sus padres y temían por lo peor.Pues resulta que la niña en sus acostumbradas visitas y al llegar a casa de su padre, él no estaba y ella se aventuró a buscarlo por varios lugares, lo que finalmente la llevó a perderse. Se adentro en el bosque y no sabía dónde estaba ni cómo salir, estaba a su suerte.Los peligros del bosque son muchos y la niña se encontraba sola y con su mascota. Un grupo de personas se encargaron de buscarla diariamente, pero nadie daba con el paradero de Karina. Los padres se consumen de dolor y se sentían responsables por dejar a la niña tan  pequeña salir sola sin supervisión.Pasó una semana, luego 11 días y ya las esperanzas de encontrarla con vida eran pocas, la desolación y el dolor estaba presente en el pueblo en especial de los padres de la niña. Sin embargo sorpresivamente visualizaron al amigo peludo regresar, se veía cansado y algo desnutrido, todos presumían que la niña había muerto, pero el perro volvió a adentrarse en el bosque.Sin perder tiempo lo siguieron y ¡oh sorpresa! Karina estaba viva, deshidratada, algo delgada pero viva, y eso era motivo para estar felices. Su valiente y osado perro tomo la decisión de ir a buscar ayuda, durante los 11 días se encargó de proteger a la pequeña de las adversidades del bosque, la niña por su lado se alimentó de vallas y tomo agua del río.Sus padres felices no dejaban de agradecer la osadía y valentía del cachorro, para encontrar a su niña. La llevaron al médico y le proporcionaron el tratamiento adecuado. Hoy en día está muy bien de salud, sus padres aprendieron la lección y comprendieron que la niña no es un adulto y deben protegerla adecuadamente.En el pueblo y en honor a los valientes, se les hizo una estatua como homenaje y reconocimiento a la  niña y a su perro, algo muy merecido y oportuno.