Todos cuando estamos chicos somos adorables, incluyendo también los animales. Ellos son extremadamente adorables y tiernos; en ellos desborda la inocencia y no saben lo que existe a su alrededor, solo identifican claramente a su madre. Ella es quien los cuida, alimenta y protege, ¿Quién más que ella para habitar siempre dentro de sus corazones?En las primeras semanas de vida de los cachorritos tienen como principal recurso para poderse guiar, su olfato. Gracias a él, ubican fácilmente a su mama y pueden comer, algo muy importante a esa edad, ya que sin su alimento no se desarrollan eficazmente, son insaciables y pueden durar horas pegados a su madre.Tener la responsabilidad de tantos cachorros, puede llegar a abrumar a las amorosas peludas, poco a poco se acostumbran a la intensidad de sus crías y los van educando para establecer horarios moderados para comer, de lo contrario todo se vuelve un caos. Por tal motivo, el papá debe, de vez en cuando cuidarlos para que ellas puedan descansar un ratico.Pero indudablemente nadie ocupa el puesto de mamá y nadie es más indicada que ella para proporcionarles su rica y nutritiva leche, y darles su cariño a la vez. Estar en compañía de papá para ellos significa juego, travesuras y momentos de diversión; pero nada más es que empiecen a sentir hambre y se incrementa su ansiedad, por estar al lado de mamá.https://www.facebook.com/Dside2theothersideofme/videos/811952198975268/?t=0Mira el siguiente vídeo, unos lindos cachorros de bóxer se ven muy hambrientos y no pueden distinguir, si la presencia canina que tienen cerca, es la de mamá o de papá. Así que no dudan en seguirlo y tratar de succionar su leche. Una escena muy graciosa, pues el olor corporal por lo visto les ha jugado una mala pasada, y su única finalidad es saciar su apetito a como dé lugar.Al ver a sus pequeños tan alborotados y confusos, el padre de los cachorros se impresiona y lo único que quiere es huir, siente que todos buscan en su cuerpo y no sabe qué o para qué. Indudablemente este trabajo no es el que él estaba buscando. Su desespero es evidente y solo añora que la madre de los pequeños regrese inmediatamente a calmar su apetito tan voraz.