La niñez es la época de nuestra vida que marca huellas y deja rastros, que sin duda nos fortalecen o debilitan posteriormente. Todo lo que durante esta fase de nuestra existencia vivíamos, será el motor que nos dará pautas para superarnos o estancarnos, por eso la importancia de tener una niñez lo más sana posible, es fundamental.A diario escuchamos y vemos a niños inquietos y desobedientes, los más adultos predicen para el pequeño un futuro incierto, ya que no tiene normas ni reglas, cuando evidenciamos en un pequeño una conducta correcta, guiado con el más grande amor, lo que pensamos es que en un futuro, este infante será un adulto con principios y aportes a la humanidad.Por eso la historia de Abushe nos toca el corazón, un pequeño niño originario de Etiopia y quien ha crecido en medio del rechazo las burlas  y la discriminación, ha sufrido en carne propia lo que es ser diferente y la dureza del ser humano, donde muy drásticamente se han encargado de señalar como un monstruo aterrador.Sus hermosos y llamativos ojos son el motivo de tal desprecio, este pequeño niño de piel negra deja ver un contraste espectacular con sus ojos azules, causados por el síndrome de waardenburg, una patología con una sintomatología genética que compromete también los oídos, teniendo el riesgo de perder la audición.Este síndrome presenta cambios en el color de ojos, cabello y piel del paciente que lo padece. Y algo aún más asombroso es que el mismo ojo puede presentar diversas tonalidades dentro, una característica en el espacio ocular, manifestando también un brillo que simula unos ojos de plástico, todo a causa del poco conocido síndrome de waardenburg.Abushe ha transitado un camino difícil, pues no es nada fácil para un niño crecer en medio de este tormentoso ir y venir de burlas, donde su inocente conciencia poco a  poco ha tenido que sufrir las inclemencias de unos verdaderos monstruos, personas quienes sin consideración opacan sus sentimientos.El sueño de este niño es ser un gran futbolista y el único juguete que lo acompaña es una pelota, el amor lo recibe de su abuela quien junto a él, en una choza viven muy pobremente, pero donde mutuamente se fortalecen y sin ninguna duda  viven cada día con toda intensidad y con la mayor gratitud de contar el uno con el otro.A pesar de todo Abushe no se ha derrumbado, está dispuesto a luchar y trabajar por sus ideales, una actitud que demuestra que es todo un valiente.