Hay tres tipos de personas, aquellas que aman a sus mascotas y las ven como si se tratara de un integrante más de la familia.Las que los suelen ver como guardianes y a pesar de brindarles todos los cuidados necesarios no les dedican el tiempo ni el amor que estos amigos peludos merecen, y por último aquellas personas que simplemente no sienten empatía con los perros.Estos pequeños amigos de cuatro patas merecen ser vistos y tratados como un integrante más de la familia, requiriendo además de mucho cariño e igualmente amor. Ellos disfrutan enormemente mirarte como un líder, y si te fijas bien su personalidad no es muy distinta la de un infante, a pesar de que claro, existen jerarquías y diferencias a considerar.En esta ocasión te mostraré desde el punto de vista científico la razón de por qué puedes llegar a querer tanto a tu mascota así como a tratarla de una manera tan especial. ¿Estás listo?Según el departamento de Ciencia Animal y Biotecnología de la Universidad de Azabu, que se encuentra en Japón, el cerebro es incapaz de poder definir el tipo de oxitocina que se libera para cada individuo. (La oxitocina es mejor conocida como la hormona del amor, este se manifiesta cuando se crea una relación social afectiva).Por lo cual, al tener una mascota y relacionarnos constantemente con ella y desarrollar ese lazo afectivo, nuestro cerebro libera de manera involuntaria la oxitocina, según estos científicos japoneses, no existe diferencia alguna entre la oxitocina que liberamos por nuestros hijos así como la que se libera por nuestras mascotas.Notarás que el vínculo que desarrolles con tu pequeño amigo de cuatro patas se producirá principalmente a través de las miradas, también influye evidentemente la manera en que les hables, les acaricies y les cuides, lo ideal es que logres hacer que ellos se sientan integrados como un miembro más de tu familia, de esa manera él también te hará ser parte de su vida.No obstante, es necesario que tengas en cuenta que los perros también pueden usar la mirada además de comunicarse para desafiarse o ponerse a la defensiva, así que en vista de esto debes tomar precauciones, recuerda que ante estos factores influye muchísimo la personalidad de cada perro.Como has visto, el cerebro a través de segregaciones determina relaciones afectivas iguales entre personas y animales, esta es la explicación de por qué puedes llegar a sentir el mismo amor por una mascota que por un hijo.