En marzo del año pasado, Jennifer Stansel, una azafata de 38 años de edad, sufrió un desmayo mientras se encontraba en medio de un vuelo.Esto le sucedió producto de una enfermedad en los riñones que traía consigo desde hace 15 años atrás, después de que se le diagnosticara Lupus, la cual se trata de una enfermedad autoinmune en donde el cuerpo se auto ataca.Jennifer tuvo el secreto de su enfermedad guardado durante estos 15 años debido a que pensaba que de hacerlo público, no se le iba a permitir trabajar como azafata, por miedo a esto, decidió nunca contarle a nadie acerca de este problema que padece.Una vez que el avión aterrizó, procedieron a trasladarla de emergencia al hospital, en donde le dijeron que ameritaba con urgencia un trasplante de riñón. Se inscribió en la lista de espera para los donantes, aunque su situación era tan grave y urgente que fue necesario que acudiera a sus amigos así como familiares.La enfermedad cada vez más seguía avanzando, y en este punto los riñones de Jennifer sólo estaban funcionando un 6% apenas del total de su capacidad. “Combatir esta enfermedad sola, sin contar con el apoyo de los demás, así como el miedo que me generaba el pensar en el hecho de perder mi trabajo, resultaba terrible, pero debía hacerlo”. Comentaba Jennifer.Fue entonces que Jodi Harskamp, la capitán que piloteaba la nave cuando Jennifer se desmayó, decidió optar por tomar la increíble decisión de donarle el riñón que esta necesitaba.Ambas mujeres llevaban una gran amistad desde un terrible suceso acontecido años atrás en donde la casa de Jodi se había incendiado, después del trágico acontecimiento Jennifer se presentó con un vino y una lasaña con el fin de acompañar a Jodi y consolarla tras la terrible noticia, lo cual fortaleció en gran manera la amistad entre ambas.Afortunadamente una vez realizadas  las pruebas necesarias los médicos determinaron que el riñón de Jodi era totalmente compatible con Jennifer, por lo cual, ambas mujeres se dirigieron a Seattle en donde se realizó la operación que le salvaría la vida a Jennifer, la cual  tuvo una duración de 5 horas.Después del gran gesto y sacrificio que hizo la capitán por su amiga, ve todo de manera sumamente positiva, con una actitud digna de admirar. “Yo perdí un riñón pero ella consiguió vivir, me parece un trato muy justo”. Comentó Jodi en una entrevista para FOX19.Definitivamente este acto tan desinteresado y generoso ha fortalecido más los lazos de amistad entre ambas mujeres, gracias a la bondad de Jodi, Jennifer tiene ahora una nueva oportunidad de vivir.