Evitar los problemas es lo ideal y más cuando no se trata de nosotros. Muchas veces observamos situaciones irregulares pero nos alejamos pues consideramos que cada quien debe resolver sus problemas y tratamos de evitarnos un dolor de cabeza. En pocas palabras lo importante somos nosotros mismos ¿pero estará bien pensar así?No siempre pero a veces es necesaria nuestra intervención, así creamos que no tenemos nada que ver con lo que sucede. Es lo que hizo Sheila Fredrick una azafata que no se limita a cumplir sólo sus funciones, es una mujer con valentía y coraje y que está dispuesta a ayudar a los demás.Para ella su trabajo es su pasión y los años de experiencia le han enseñado a conocer un poco más al ser humano. Ella comenta que el ambiente en un viaje de avión es generalmente alegre y tranquilo.Pueden presentarse situaciones pocos usuales y está acostumbrada ya a manejarlas. Es capaz de captar cuando algo no anda bien y es precisamente lo que estaba a punto de encontrar. Pues al dar las indicaciones propias en el avión a los pasajeros, pudo notar como una jovencita lucía triste en compañía de un hombre mayor y un tanto agresivo.La mirada de la jovencita le hizo comprender que algo no estaba bien y tuvo la genial idea de llevar lápiz y papel al baño, luego le indico a la pasajera que fuese al baño sin que el hombre notara nada extraño, pues sin esperar en el baño la chica dejó una nota pidiendo ayuda. Algo que alertó inmediatamente a Sheila.Ella notificó al piloto y cuando aterrizaron ya estaban esperando las autoridades para investigar el caso. Pues todo se trataba de tráfico de personas, esta chica de 14 años hace meses había sido secuestrada, el hombre fue detenido y la menor quedó en manos de las autoridades quienes se encargaron de regresar a casa.Nancy Rivard creó una organización llamada Airline Ambassadors International en 2009, con la finalidad de detectar este tipo de situaciones y que las azafatas puedan mediar cuando involucran a pasajeros, siendo también gran apoyo para la aduana de los Estados Unidos y las policías de las fronteras quienes están vigilantes siempre en el tema del tráfico de personas.Sin duda alguna Sheila y su valentía fueron pieza clave para que esta jovencita regresara a su casa sana y salva.Necesitamos sumar esfuerzos para que por fin se detengan esta clase de delitos.