Uno de los trabajos que menor reconocimiento y remuneración tiene es el ser recolector de basura. La mayoría de las personas mira a estos trabajadores con algo de desprecio y muy a menudo con rechazo. No analizamos que gracias a ellos, nuestras calles y ciudades permanecen limpias, pues ellos se encargan de recoger todo lo que votamos.Es una labor muy valiosa y digna son las personas que a diario recogen cuánto desecho encuentran, todo tipo de porquerías hediondas y descompuestas, residuos y materiales que ya no tienen utilidad. Todo esto va a parar a un lugar donde se acumulan y luego se cumple con un proceso para su desintegración y eliminación, tratando de limpiar todo a nuestro alrededor.Lamentablemente es una jornada laboral algo peligrosa, pues no se trata solamente de recoger y eliminar. Esto va más allá, estos hombres se consiguen con toda clase de basura, algunas en condiciones muy peligrosas para su manipulación, pues erróneamente nosotros no seleccionamos adecuadamente todos los desechos y mezclamos poniendo en peligro a estas personas.Esto es lo que le sucedió a un humilde hombre quien tenía este trabajo para mantener a su familia, pero cierto día al recoger algunas bolsas de basura sintió un dolor en su dedo y pudo percatarse que una jeringa había hecho contacto con él, y esto lo alarmó por completo. No se sabe la procedencia de la misma y los problemas médicos que pueda ocasionar.Su vida cambió por completo pues no quiso comentarle a su esposa lo sucedido y simplemente se apartó temiendo que hubiese contraído alguna enfermedad y no quería que ella se viera afectada.La mujer inquieta hablo con él y se sinceraron. Reanudaron como de costumbre su relación, pero a los meses una terrible noticia cambió sus vidas para siempre. El hombre había sido infectado con VIH y sin saberlo el contagio a su esposa, quien estaba embarazada y muy posiblemente el bebé también.Es increíble que la falta de conciencia en la ciudadanía al no eliminar la basura de la manera correcta, lleve a este hombre y a su familia a vivir tan dura pesadilla. Un hogar que nunca más volverá a ser como era. Esta historia debe servirnos como lección  y empezar a distribuir, y  a seleccionar bien los desechos para evitar estas graves consecuencias.