Todo lo que hacemos y decimos impacta en la crianza y desarrollo de personalidad de nuestros hijos. Tomar consciencia de ello no es tarea fácil.

Si bien ningún padre o madre está exento de cometer errores, es importante conocer pequeños detalles que, pueden pasar por inadvertidos, pero que impactarán de modo sorprendente en el autoestima de los más pequeños. Prestarle atención a nuestras palabras y a nuestros comportamientos es el mejor comienzo.

“Las palabras que emitimos pueden llegar a provocar más dolor que cualquier golpe. Herir los sentimientos del niño al regañarlo o al sentirse molesto puede traer daños irreparables” explican los expertos.

No importa qué clase de travesura ha hecho, estas son las 6 frases que no debemos mencionar bajo ninguna razón.

1. ¿Por qué no eres como “X” niño?

Todos y cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles. Exigirle a nuestro hijo o hija que se parezca a otro niño o niña es totalmente incoherente. Mucho menos si en la comparación se incluye a un hermano. Esto podría generar competencias tóxicas entre ellos, además de atentar contra su autoestima.

2. Basta de llorar

Al pedirle a un menor que bloquee sus sentimientos, estas comenzando a generar u problema que los adultos tenemos sin resolver: sentir culpa por expresar sus emociones.

3. Juzgar a otros niños

En lugar de esto, a la hora del regaño muéstrale que todos poseemos distintas virtudes que son posibles de resaltar. De este modo, en el futuro tu hijo será más tolerante y cargará menos prejuicios. Seguro que tu también mejorarás al aplicar estos 6 consejos de manera personal.

4. Haces todo mal.
No haces nada bien

Es fundamental entender que los procesos de aprendizaje de un niño conllevan tiempos diferentes. En vez de llenarte de ira cuando se equivoque, ayúdalo a mejorar con paciencia. Recuérdale que perder y “que las cosas salgan mal” también es parte de la vida.

5. Deja de hacer preguntas tontas.

Ninguna pregunta que salga de la boca de tu hijo o hija es tonta. La curiosidad o la sed de conocimiento es una virtud característica de los más pequeños. Estimula este aspecto, responde con información que lo invite a seguir investigando.

6. Le voy a decir a tu papá/mamá lo que hiciste.

Esa frase exhibe una gran amenaza de por medio. Lo único que logras es restarte autoridad a ti mismo/a. Si lo piensas, no querrás que tu hijo te respete menos que a tu compañero/a. Además, tu pareja será el villano o villana de tu familia. ¿Crees que es una buena forma de construir vínculos?

Es cierto que estas frases las conocemos bien de cerca. Nuestros padres nos las han dicho con frecuencia. Es hoy nuestra responsabilidad cortar con esta cadena y darle a nuestros niñes una crianza mejor, llena de amor y respeto por el otro.

¿Te gustó esta nota? ¡Compártenos tu opinión!