En el mundo vivimos muchas personas diferentes, cada quien con un objetivo trazado por cumplir, con un amor que posiblemente quiere florecer, una carrera universitaria que promete un buen rumbo profesional, y en fin. Todos caminamos por esta vida con ideales distintos y con la finalidad de disfrutar todo lo que hacemos y sacarle el mejor provecho a cada situación.Sin embargo es preocupante que existan personas, pueblos e incluso países con ideologías arcaicas y poco civilizadas, donde al parecer la única finalidad que tienen en su mente, es hacer daño, permanecer en una continua guerra, sin importar que afecte a niños, ancianos, mujeres u hombres. Hoy les traemos unas imágenes que son la prueba más clara que quedó plasmada gracias a una cámara fotográfica. En cada una de ellas se puede apreciar el resultado de la destrucción, la huella del dolor y la forma como arrasa la violencia cuando no se detiene. Una ciudad que tenía el privilegio de ser la más bella del mundo, donde convivían las personas en la más bella tranquilidad y donde cultivaban diariamente sus sueños, sus esperanzas, luchando por seguir progresando, por dejar en sus pequeños una herencia valedera, donde los principios fuesen la base de cada objetivo emprendido, pero lo que hoy se ve, no es nada parecido.Familias fracturadas, niños sin hogar, negocios acabados, dolor y soledad. Eso es lo que ha dejado como resultado la absurda y temida guerra. Una guerra que merece terminar, que es necesario decir ya BASTA, no es justo que tengamos que vivir tanto dolor, que las personas tengan que vivir sumergidas en el miedo, que los proyectos se queden sin terminar.Amemos la vida, respetemos las diferencias y entendamos que el poder no se basa en el daño que se ocasione, se trata de asumir lo que se tiene y darle el uso adecuado.