Para vivir plenamente se necesita paz, no existe nada más gratificante que reposar tu cabeza en la almohada con la conciencia limpia y tranquila, este es un privilegio del cual gozan las personas que no tienen nada que ocultar.

Las almas sinceras siempre actúan con gran respeto porque saben que es la única forma de mantener la mente libre de negatividad. Están conscientes de que mentir solo es una forma de evadir la realidad para no enfrentar las consecuencias de un error. El engaño es un factor determinante de la infelicidad y no importa cuales son las intenciones, siempre acarreará dolor y decepción.

Todos hemos mentido alguna vez, lo importante es reconocer y no hacer de ello una costumbre. Por ejemplo ¿quién no ha dicho la famosa “mentira de cortesía”? , muchas veces nos preguntan cómo estamos y aunque estemos devastados en el interior, respondemos que todo está bien.

Mentir nos obliga a vivir constantemente en ese ciclo, lo que causará en nosotros zozobra, infelicidad, inseguridad y baja autoestima. Es necesario modificar este comportamiento y la forma correcta de hacerlo es llenándonos de actitud y valentía, además debemos esforzarnos día a día para ir corrigiendo hábitos que nos impiden vivir en la verdad.

La tranquilidad de ser honesto no tiene precio

Joshua Greene, médico en psicología experimental y neurología de la Universidad de Harvard, demostró con una investigación que la capacidad de ser honestos con nosotros mismos y con las personas que nos rodean promueve una coexistencia adecuada, así como también un alto sentido de autoestima.

Pero, ¿qué es realmente la honestidad? Es el valor fundamental para establecer relaciones interpersonales basadas en la confianza. Significa respetar a los que te rodean y a ti mismo lo suficiente como para decir siempre la verdad, incluso cuando los resultados no son los mejores.

Quien no oculta nada a nadie, espera lo mismo a cambio

Los medios de comunicación y redes sociales predican la verdad tratando de convencernos con falsas ideas de felicidad y realización, sin embargo algunos sabemos que la mentira es la base de esta publicidad engañosa, pero lamentablemente termina convenciendo a mucha más gente de la que imaginamos.

Este tipo de falsedades pueden ser fácilmente ignoradas, el problema es más profundo cuando la mentira proviene de quienes están cerca de nosotros, de quienes amamos. Deseamos reciprocidad en nuestras relaciones, queremos ser amados y respetados por los que nos rodean, pero eso no siempre sucede.

Es vital que nos protejamos emocionalmente del engaño, pues no sabemos quién es capaz de ser falso con nosotros. Una forma eficaz de hacerlo es dejar atrás las expectativas y preservar nuestra honestidad como parte de nuestra personalidad.

El alma y la mente de la gente que no esconde nada está limpia, hay espacio para que la energía positiva entre y la felicidad se quede. Estas personas viven en armonía y equilibrio, toman las mejores decisiones para sus propias vidas e iluminan a otros con la luz de su alma.

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