Hablar de náufragos sin relacionarnos con la película Náufrago protagonizada por el reconocido actor Tom Hank es inevitable, muchos años sin tener contacto con seres humanos y viviendo en una isla desierta, haciendo todo para poder sobrevivir es lo que esta película nos narra, una situación realmente apremiante para cualquier ser humano, un episodio que nadie quisiera vivir.

La historia que hoy les vamos a contar es muy parecida a la de tan reconocida película, solo que en esta ocasión el protagonista de esta aventura es Adam Jones un hombre que planeó un viaje en altamar en compañía de dos amigos, pero nunca se imagino la travesía que tendría que pasar durante 9 años, en completa soledad y en una constante lucha por sobrevivir.

La tecnología y el espíritu curioso de algunas personas hicieron que la vida de este hombre tomara un camino desconocido. Sin duda alguna vivió la experiencia más traumática y terrible que nunca imagino.

Su plan era genial

Cruzando el Océano Atlántico y el Canal de Panamá, hasta llegar a Hawái, Adam Jones emprendió en el 2006 un viaje junto a sus  dos mejores amigos.

Su espíritu aventurero les dio el coraje necesario para emprender esta hazaña

Una fuerte tormenta golpeó brutalmente la embarcación de los chicos cerca del océano Pacífico, los amigos de Adam salieron por la borda, mientras el quedó flotando durante varios días en el bote inconsciente y solitario.

Encontraron en el mar y sin vida a sus amigos y el destino de Adam se pensó que era el mismo

La inclemente tormenta dañó los equipos y al barco, el hombre durante 17 días estuvo a la deriva y temiendo por su vida, hasta llegar finalmente a tierra firme

Se encontró solo en una isla desierta

Se valió de los restos del barco para hacer un refugio, el cual se cayó rápidamente, por lo cual se vio obligado en construir otro mucho más estable y seguro y aprendió a hacer fuego en 11 semanas.

Luego de explorar la isla, creo una rutina que le ayudara a estar alerta y con vida

Acostumbrado a realizar ejercicio físico, para Adams no represento problema alguno seguir ejercitándose en aquella solitaria isla, se vio en la necesidad de cazar su alimento, por fortuna consiguió una cabra atrapada en las rocas y de allí obtuvo 50 kilos de carne que le aseguraban el sustento diario.

La lucha más fuerte que Adams tuvo que enfrentar fue contra su propio cerebro, debía estar cuerdo y al tanto de la realidad

La nostalgia y desesperación aparecieron frecuentemente, terminar con su vida era una opción que algunas veces considero, sin embargo su fortaleza fue determinante para vencer toda esta situación.

Buscando llamar la atención hizo una señal de SOS, pero nadie la vio

Con la esperanza de que algún avión pasara por la zona se esforzó en hacer una señal de auxilio de aproximadamente 10 pies de altura, era la única forma que tenia para que alguien se diera cuenta que el estaba con vida y esperando ser rescatado.

Con el transcurrir de los años Adams perdía la ilusión de poder salir de allí con vida

Pero no todo estaba perdido, un día escuchó un avión y como pudo agito sus brazos, gritó con desesperación y afortunadamente fue visto. De aquella aeronave le lanzaron un paquete que contenía: artículos de primeros auxilios, comida, un radio y agua.

La radio fue lo primero que uso

La alegría y emoción eran notorias en la voz de este hombre al escuchar la voz del copiloto del avión, ellos le dijeron que un niño de Minnesota les había avisado que había encontrado una señal de SOS en Google Earth y que alguien necesitaba ayuda.

Tuvo que esperar 5 días después de ser encontrado a que el barco de rescate llegara hasta la isla

Al ver por fin a los rescatistas este hombre inevitablemente rompió en llanto, su aspecto era muy delgado, con cabello largo y la piel curtida, su imagen era idéntica al protagonista de la película Naufrago. El encuentro con su familia fue sensacional y solo les queda recuperar el tiempo perdido con mucho amor.

¿Te ha parecido esta historia interesante? Pues ni te creas que es la única, existen otras mas donde los náufragos también sobrevivieron a esta inusual experiencia.

Estas son algunas de ellas:

El colombiano Luis Alejandro Velasco

La fama de Luis Alejandro duró muy poco y todo gracias a su desgracia. Su historia real fue escrita en el libro Relato de un naufrago, por el escritor Gabriel García Márquez. Allí nos cuenta la travesía de este  hombre 10 días a la deriva, en una balsa sin beber ni comer bocado. Un suceso que lo llevó a ser proclamado héroe de la patria y a ganar fuertes cantidades de dinero en publicidad.

El capitán Francisco de Cuellar

En el año 1588 la flota española llamada La Armada Invencible quedo a la deriva, y todos sus tripulantes arrojaron al mar a sus caballos pues no tenían agua potable. Muchos de los tripulantes enfermaron y otros murieron ahogados, el único que sobrevivió a esta tragedia fue el capitán del barco Francisco de Cuellar.

Alexander Selkirk  un marino escocés

Daniel Defoe se inspiró en la historia de este hombre, quien permaneció 4 años y 4 meses como naufrago en las costas de una isla desierta en Chile, y quien fue rescatado por una embarcación británica,  para crear su obra de ciencia ficción Robinson Crusoe.

Steve Callahan

Durante 76 días este hombre estuvo en su lancha a la deriva, comió peces y sangre de tortuga para poder sobrevivir. En el mismo año que desapareció fue rescatado en una isla caribeña, todo esto lo inspiró para escribir el libro: A la deriva.

Tres náufragos mexicanos: Lucio, Jesús y Salvador

La suerte de estos 3 mexicanos fue similar a la de los otros náufragos. Estuvieron 9 meses a la deriva y otros dos compañeros que iban con ellos, murieron pues no aguantaron la fuerte experiencia. A muchos les cuesta creer las historia de estos 3 hombres pues su aspecto no se asemeja a la de los náufragos, ellos comentan que gracias al barco que los rescato y sus cuidados lograron recuperarse satisfactoriamente.

Los británicos Marilyn y Maurice Bailey

El yate en el que viajaba esta pareja británica con destino a Nueva Zelanda fue golpeado fuertemente por una ballena y por tal razón debieron utilizar un bote inflable en el cual flotaron por 117 días, pudieron comer y sobrevivir gracias a los peces voladores que caían en su pequeña lancha.

José Salvador Alvarenga

Este náufrago salvadoreño luego de permanecer 13 meses en el mar, llego a las Islas Marshall. Se dice que comió sangre de tortuga y que un acompañante que estaba con él, murió de sed y hambre, un hecho que sucedió a principios de 2014.

Luis Jordan,   el hombre que atrapo peces con su ropa

A finales de enero este hombre salió en su velero desde Carolina del Sur, iba hasta la corriente del golfo, pues quería pescar en un buen  lugar. Todo cambio cuando su bote se volcó, se lesionó el hombro, gracias a su ropa pudo pescar y logró ser rescatado finalmente.

Ron Ingraham 12 dias en el mar

El velero en el que viajaba este pescador de 67 años y quien salió de la isla hawaiana de Molokai, se vio afectado por el mal tiempo y volcó a causa de una inmensa ola, hambriento y deshidratado fue rescatado luego de 12 días.

Adrián Vázquez naufrago 26 dias en completa soledad

Junto a dos amigos más, Adrian de tan solo 18 años de edad partió desde San Carlos Panamá en un bote pequeño con la finalidad de pescar. La pesca fue tan sustanciosa que la pequeña embarcación no funciono más. Pescado crudo y agua de lluvia fue el sustento de Vázquez, sus amigos no tuvieron mucha suerte y murieron.

Al pasar 26 días un grupo de  pescadores advirtieron la presencia de un barco pequeño en las islas Galápagos, fue así como la armada ecuatoriana rescato al adolescente con graves signos de desnutrición y deshidratación.

La pareja norteamericana Bill y Simone Butler 2 meses en el mar

Para esta pareja todo cambio el 15 de junio de 1989, cuando su embarcación se hundió en el suroeste de Costa Rica, luego de un aparatoso encuentro con un grupo de ballenas. Afortunadamente lograron sobrevivir sobre una balsa salvavidas, tenían en su poder dos cajas de galletas, cinco latas de comida, dos potes de agua, mantequilla de maní y algunos accesorios de pesca. 67 días después fueron rescatados.

Poon Lim y su balsa de madera

Increíblemente Lim fue el único sobreviviente pues él y la tripulación de un barco británico en el cual se desempeñaba como mayordomo, fueron interceptados durante la Segunda Guerra Mundial  por unos alemanes y en 2 minutos gracias a unos torpedos se hundieron , el estuvo en una balsa de madera durante 133 días.

El ferry Mary Jeanne

El horror que vivieron los tripulantes del Mary Jeanne, un ferry que se hundió en aguas africanas, y quienes añoraban aproximarse prontamente a tierra, ya cuando habían pasado 15 dias a la deriva lograron divisar la tierra y ya empezaban a sentir la tranquilidad de la salvación, pero inesperadamente una corriente les cambió la ruta y los alejó nuevamente de la costa. Cansados y muy débiles para nadar, se conformaron en morir irremediablemente, un barco italiano los encontró 5 dias después, donde solo 2 de ellos se hallaban con vida.

David Glasheen por decisión propia vive como náufrago en una isla desierta, una historia muy diferente a las otras

Este hombre de 74 años y luego de tener una fortuna de más de 25 millones de euros, y quien pierde a su esposa luego de un divorcio, sintió que había perdido su vida y se vio desorientado. Ya más tranquilo en el año 1997 y junto a su novia se fue a vivir a una isla, ella lo abandonó al poco tiempo, y desde entonces él vive en la isla Restauración junto a su perro Quasi.

¿Qué sorprendentes son todas estas historias?, cuéntanos cual de todas te ha impactado más.