Cuantos héroes anónimos están en medio de nosotros, personas que lo dieron todo durante las guerras, quienes se atrevieron a luchar y a defender, quienes enfrentaron sus propios temores para avanzar y luchar por ti y por mí.

Lo triste es que después de tanto simplemente quedan en el anonimato, recibiendo de nosotros el olvido y ni una mirada de agradecimiento.

Para muchos de ellos la guerra no terminó en el campo de batalla, ellos llevaron su propia batalla a sus casas, pues tienen que vivir el resto de sus vidas con las secuelas que toda esta odisea les dejo.

David Jay y James Nachtwey son unos fotógrafos quienes quisieron documentar el sufrimiento o lo que viven los soldados estadounidenses cuando llegan a sus casas luego de las guerras de Afganistán e Irak.

Estos hombres hicieron este trabajo titulado, “soldado desconocido” con la finalidad de no olvidar, tanto así que han sido finalistas para el premio de la categoría Retrato de Fotografía Magnum Premios 2016.

Estas fotos nos ayudan a enfrentar nuestros propios miedos, en ellas podemos comprender que la realidad no siempre es hermosa, simplemente es la realidad.

Apreciemos la siguiente galería:

Su nombre es Jerral Hancock, mientras conducía un tanque en Irak una bomba lo golpeo brutalmente.

El es Bobby Bernier, debido al impacto de tiros su cuerpo se quemó más del 60%, su hija Layla lo acompaña en esta foto.

Daniel Burgess una bomba es la responsable de la pérdida de su pierna.

Michael Fox fue alcanzado por un dispositivo explosivo en una patrulla, en Afganistán el 15 de noviembre de 2011.

La vida ya no vuelve a ser la misma para estos hombres, ellos nunca podrán olvidar lo que vivieron durante la guerra, su cuerpo a cada segundo se los recuerda.

La finalidad del fotógrafo David Jay al retratar por ya casi tres años a jóvenes veteranos de la guerra en Irak y Afganistán, es que conozcamos la dura realidad de estos hombres. Quienes al regresar a casa descansan de lo vivido en el campo de batalla, pero siguen sufriendo su propia lucha. Muchos de ellos se encontraron al borde de la muerte y hoy en día sin vergüenza y sin escrúpulos nos dejan ver las huellas de su cuerpo herido.

Nicholas John Vogt en el año 2011 al ser alcanzado por un dispositivo explosivo perdió sus piernas. El relata que la pérdida de su pierna fue como perder a su mejor amigo, que aun quisiera permanecer con ella, pero indiscutiblemente es imposible.

Con graves heridas externas e internas y con la pérdida de sus dos piernas, es lo que le ha quedado de la guerra en Afganistán a Cedric King.

El sargento Shilo Harris estando con cuatro soldados más el 19 de febrero de 2007 fueron impactados por una bomba, solo sobrevivieron él y otro de sus compañeros.

Debemos cultivar un mundo de paz, donde los conflictos y las guerras no sean una opción, empecemos desde nuestros hogares y con nuestros amigos y familiares y sembremos la semilla de la paz, ¡claro que si podemos!