Tal como los humanos, últimamente muchos animales se comportan de maneras muy inusuales. Un claro ejemplo de esto son las aves rapaces de Australia. En los últimos años se descubrió que estos animales de grandes alas aprendieron a controlar el fuego.

El reino animal está lleno de instintos y comportamientos fascinantes, así como de grandes habilidades que los humanos no poseemos, como la predicción de desastres naturales.

En estos últimos días se descubrió otro extraño hábito que algunas especies comparten: consumir sustancias alucinógenas.

Los granjeros en la India se encargan de cultivar amapola para fines medicinales. Ellos han reportado el sorprendente ataque de pericos a sus cultivos. “Estas aves son adictas al opio” consideraron, debido a que ni siquiera el uso de bocinas ha logrado ahuyentarlas del campo.

Si bien esta es una situación muy grave, ya que los pericos están ocasionando pérdidas masivas para los agricultores en el distrito de Neemuch, este comportamiento es sin duda el objeto de grandes análisis. Y es que los pericos han desarrollado grandes estrategias para obtener la amapola, pues según dijo un agricultor a The Mirror, “los pericos evitan emitir sonidos cuando se lanzan a los campos, para así poder hacerlo sin ser molestados”.

¿Los pericos son adictos?

Es cierto que ciertos animales consumen sustancias estupefacientes por accidente, embriagándose sin realmente buscarlo. Pero tal como te mencionamos antes, existen otros que utilizan psicoactivos a voluntad. Este es el caso de los gorilas, los jabalíes, los caballos, los puercoespines, jaguares y ovejas.

Algunos antropólogos sostienen la teoría de que el hombre aprendió a utilizar sustancias alucinógenas después de ver el comportamiento en los animales, como los jaguares, que se comportan como gatitos tiernos en contacto con el famoso catnip.

Las últimas investigaciones se acercan a una teoría muy probable: estos loros usan el opio con fines recreativos, pero, ¿estará saliendo de su control el uso que hacen de estas sustancias?

Con seguridad esta es una cuestión de la cual nos tendremos que hacer cargo en el futuro, ya que puede tratarse de una modificación en el comportamiento animal que nosotros, todos los humanos, estamos provocando al amplificar el cultivo de alucinógenos, tanto de los legales como de los ilegales.

¿Tu que crees? ¿Esto traerá problemas en el reino animal? ¿Se debería investigar más?

Fuente:

Ecoosfera