Según un estudio realizado por los científicos chinos Yi Yang y Xiaodong Song, del Instituto de Geofísica Teórica y Aplicada de la Universidad de Pekín, publicado en ‘Nature Geoscience’. El núcleo de la Tierra se ha frenado, e incluso podría estar girando en sentido contrario a la superficie del planeta.

Los investigadores han apuntado a la posibilidad de que la rotación diferencial del núcleo interno de la Tierra con respecto al manto, se produzca bajo los efectos de la geodinámica. Una rotación deducida por los expertos a partir de los cambios temporales entre ondas sísmicas repetidas que deberían recorrer el mismo camino a través del núcleo interno. Para ello, han analizado ondas sísmicas repetidas de la década de 1990 y sus trayectorias.

Dicho patrón “consistente” habría provocado esa detención de la rotación del núcleo interno del planeta e incluso hablan de un “retroceso gradual” del núcleo interno.

Sin embargo, no sería el único resultado de este fenómeno, ya que también afectaría en gran medida al clima del planeta y al nivel del mar, debido a la alteración del campo gravitatorio interno que a su vez, causa deformaciones en la superficie y traería consigo un incremento de la temperatura global del planeta

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