Gigi Engle es una escritora y educadora sexual estadounidense. Se dedica, principalmente, a desmitificar el sexo, y a enseñar muchos aspectos de la educación sexual, especialmente a mujeres. Desde cómo tener relaciones seguras, hasta cómo encontrar el mayor placer en la cama. O cuestiones tan variadas como encarar la sexualidad después de tener hijos y cómo tratar a un hombre que no quiere usar condón.

En este contexto, en una de las revistas en las que trabaja le propusieron un desafío interesante. Gigi lo aceptó, y entonces se masturbó todos los días durante una semana. La idea era descubrir qué podía pasarle a una mujer que lo hiciera, y qué se podía concluir.

Después de 7 días de explorar su cuerpo a través de la masturbación, esto es lo que concluyó.

1. Es más difícil de lo que parece

Cuando tienes la obligación de hacer algo todos los días, incluso cuando ese algo sea placentero, descubres que no es tan sencillo.

De pronto, puede que descubras que tienes el día tan ocupado y cargado de obligaciones que no logras encontrar un momento para estar tranquila y en soledad. Al menos eso le pasó a esta mujer.

Al principio, incluso, le resultaba molesto tener que hacerse el tiempo para eso. Pero, una vez que siguió adelante con el desafío por el cual se masturbó todo los días, fue haciéndose más sencillo.

2. Cuanto más orgasmos tienes, más quieres

Justamente, al comienzo del desafío no le hacía mucha gracia tener que masturbarse sí o sí. Pero, según relata, después del tercer día las cosas cambiaron.

Antes de este desafío me encantaban los orgasmos, claro. Pero después de estar a solas conmigo misma cada día, empecé a desear mi próxima sesión de masturbación más que ninguna otra cosa. Cuantos más orgasmos tenía, más quería”, relata Gigi Engle, la mujer que se masturbó todos los días durante una semana.

Así, concluyó que muchas veces una se masturba como quien se rasca cuando algo le pica. Pero que en realidad, a través de la masturbación se puede lograr un verdadero despertar de la energía sexual.

3. Hay miles de maneras de tocar el clítoris

Ya sea que estés en pareja, que tengas múltiples compañías sexuales o simplemente te des placer a ti misma; en todos los casos, el sexo puede volverse rutinario.

Ya sabes lo que te gusta, y lo replicas cada vez. Pero Gigi Engle descubrió con este experimento que, si pruebas cosas nuevas, puedes alcanzar más placer del que imaginas.

En realidad, después de masturbarse cada día descubrió que le costaba más alcanzar el clímax haciendo siempre lo mismo. Así fue que se abrió a la posibilidad de obtener más juguetes sexuales, y de tocarse de distintas maneras; descubriendo así que hay miles de maneras de disfrutar el placer.


4. Los orgasmos te ayudan a dormir

Dado que se masturbó todos los días durante una semana, Gigi también probó distintos momentos del día para hacerlo. Su conclusión es que terminar el día con un clímax es lo mejor.

“Noté que dormí mucho mejor siempre que me masturbé antes de acostarme. Además, mi mente y mi cuerpo se sentían más tranquilos durante el sueño. Cuatro palabras, amigas: los orgasmos son mágicos.

5. Puedes fantasear con cualquier cosa

Después de una semana de masturbarse cada día, las fantasías sexuales de esta mujer también cambiaron. ¡No se puede pensar siempre en lo mismo!

Así, descubrió con este ejercicio no sólo miles de maneras de tocarse, sino que también abrió su cabeza a cientos de fantasías.


Como verás, en realidad el ejercicio le sirvió para descubrir, ante todo, que se pueden ampliar los propios horizontes de sexo y placer.

Ella le recomienda este experimento a todas las mujeres. Para que conozcan mejor su cuerpo y amplíen su autoconocimiento.

¿Te animarías a intentarlo?