NO TENGAS DE TODO

Seria misión imposible conseguir un hogar minimalista si siempre tienes de todo en casa. Cuantas menos posesiones tengas, más tiempo tendrás disponible para hacer las cosas que te gustan, así que tendrás más libertad. Limita tus opciones. Por ejemplo, puede que en realidad no sea necesario tener cinco calderos si sólo viven dos personas en la casa, o tener seis chaquetas que cumplen la misma función.

La sociedad de consumo actual nos ha hecho creer que es súper importante tener variedad, para poder disponer de múltiples opciones. ¿Pero es eso lo que realmente queremos? No, el ser humano quiere libertad, y tener un millón de cosas no te la va a dar.

Echa un vistazo a tu ropa, a tu baño y a tu cocina, pues suelen ser las áreas en las que solemos tener de todo. Simplifica estas tres cosas y verás que te facilita mucho la vida a la hora de ordenar y limpiar.

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CREA EL HÁBITO

De la noche a la mañana no vas a pasar de ser un desastre a ser súper organizado. Esto precisa de práctica, de repetición. Tienes que crear el hábito, y a base de repetirlo día tras día llegará un momento que lo hagas de manera automática, casi sin darte cuenta.

Si, por ejemplo, quieres mantener siempre los abrigos ordenados, oblígate a que cuando te los quites, los pones en su gancho, y no tirados en cualquier sitio. De este modo, será algo que ya tengas hecho cuando vayas a ordenar.

APRENDE DE LOS DEMÁS

Si cuando vas a casa de algún amigo sientes envidia al ver su casa tan ordenada, pregúntale cómo lo hace. Siempre puedes aprender de los demás nuevos trucos para aplicar en tu propia casa.

UN LUGAR PARA CADA COSA

Es importante que tengas un espacio designado para cada uno de tus objetos. Esto contribuirá a que te resulte fácil organizar todos los espacios de tu casa, porque sabes perfectamente a dónde va cada cosa.

¡HAZLO YA!

Creo que esta es la herramienta más poderosa para tener una casa ordenada, porque en realidad conservar una casa con un buen aspecto no es complicado. Hay pequeñas acciones cotidianas que no te supondrán mucho esfuerzo y te ayudarán a mantener al día tu casa. Si tardas menos de dos minutos en hacerlo, hazlo ahora y no lo dejes para después.

¿Tardas menos de dos minutos en limpiar con un paño la mesa de la cocina después de comer? Hazlo. ¿Tardas menos de dos minutos en guardar tu ropa en el armario tras haberla usado? Hazlo.

Deja de pensar que eres una persona desorganizada, puedes cambiar si quieres. Si eres constante y sigues estos consejos, notarás la diferencia, porque no habrá tanto que ordenar; irás un paso por delante, ahorrarás tiempo y hasta le cogerás el gustillo a mantener siempre la casa ordenada.

Por Camino Minimalista