Los calambres vaginales son dolores que tienen lugar en la zona pélvica y en ocasiones se confunden con cólicos. Suelen manifestarse antes, durante o después de la menstruación e incluso pueden llegar a sentirse después del sexo.

También se pueden presentar como un indicio de que algo no está funcionando de la manera correcta en lo interno, por ello es importante prestar atención a esas señales que emite el cuerpo, ya que podrían advertirnos sobre los siguientes problemas:

Fallas en la ovulación

Cuando el ovulo está maduro y sale del folículo de las trompas es normal que sientas calambres vaginales. La señal de alerta viene cuando se manifiestan esos dolores con una intensidad anormal y no estamos menstruando.

Endometriosis

La Asociación Española de Endometriosis refiere que los calambres y el dolor vaginal antes y después del sexo pueden ser los primeros síntomas de esta enfermedad, por lo que es importante acudir al médico para tener un diagnóstico seguro.

Es importante destacar que la endometriosis se produce cuando una parte del endometrio (tejido que cubre la pared interior del útero) empieza a crecer hacia afuera y se ubica en las trompas de falopio, la vejiga, los intestinos o los ovarios.

Cáncer

El solo hecho de hacer mención a esta palabra seguro te pone los pelos de punta, pero la cuestión no es preocuparse si no ocuparse. Por ello si sufres algún tipo de dolor en tu zona baja, tienes dificultad para orinar y presentas molestias como los calambres cuando mantienes relaciones íntimas con tu pareja, debes agendar una cita lo más pronto posible con tu ginecólogo.

Infección

La zona íntima femenina por naturaleza es muy vulnerable y puede adquirir una infección por distintos motivos tales como: un aborto mal realizado, el uso del DIU (dispositivo intrauterino) y por practicar relaciones sexuales. Así que si manifiestas algún tipo de dolor vaginal tras pasar por alguna de estas situaciones, es probable que padezcas una infección.

Quistes

Los quistes son como bolsitas llenas de sustancias líquidas o sólidas dentro de un ovario o su superficie. Aunque la mayoría no causa dolor y suelen desparecer por sí solos, algunos pueden hacer que nuestro periodo no baje regularmente y que se presenten como unos pequeños puyazos.

En general lo mejor es consultar a los especialistas. Solo ellos te pueden orientar y están en la capacidad de encontrar el origen de tu molestia. La salud de nuestra zona íntima al igual que la del resto de nuestro no es cosa de juego.

Fuentes:

Nueva Mujer

Huffington Post

Adamed Mujer