El “bud sex”, cuyo término hace referencia al sexo entre colegas, es una práctica que forma parte de las nuevas tendencias sexuales que se llevan a cabo entre los hombres para dar y recibir placer.

También se dice que es una “ayuda secreta entre amigos”, en la que únicamente participan hombres heterosexuales. Los mismos pueden estar a la vez en una relación estable con una mujer e hijos incluidos.

Durante el bud sex no hay ningún roce romántico, es decir, nada de besos, caricias o insinuaciones que despierten otro tipo de emociones (más allá del puro placer); todo eso se evita para que no haya malos entendidos. La idea es matar las ganas de estar en intimidad con otra persona.

Cabe destacar que sus defensores alegan que es posible tener sexo homosexual sin serlo, y que más allá de la camaradería que pueda existir en el momento, se procura que los encuentros no siempre se den con la misma persona, para evitar apegos.

Lo que se dice de esta práctica

¡Vaya que el bud sex ha generado polémica! Hay personas que aseguran que es imposible que un hombre pueda estar con otro sin una inclinación homosexual o bisexual. Sin embargo, están quienes defienden esta práctica e indican que no genera crisis de identidad.

Lo que destacan algunos especialistas como la profesora de la Universidad de California (EEUU), Jane Ward, autora del libro “Not Gay: Sex Between Straight White Men” (No Gay: Sexo entre hombres blancos heterosexuales), quien ha estudiado muy de cerca a la comunidad que practica el bud sex, es que los participantes disfrutan del encuentro con otro hombre bajo la modalidad de un desahogo sexual. Además refiere que dentro de esta tendencia sexual hay un rechazo al comportamiento gay.

Otro de los expertos que quiso investigar a los practicantes del bud sex fue el sociólogo de la Universidad de Oregón (EEUU), Tony Silva, quien estudio a 19 hombres blancos de distintos ambientes rurales e ideología conservadora que tenían sexo con otros de su género y publicó sus impresiones en la Revista SAGE.

“La mayoría eligió a otros hombres masculinos, blancos y heterosexuales o secretamente bisexuales como parejas para el sexo secreto sin la participación romántica. Al elegir a estas parejas y tener este tipo de sexo, los participantes normalizaron y autenticaron sus encuentros sexuales como heterosexuales y normativamente masculinos. Los participantes se comprometieron en el brote-sexo, un tipo específico de sexo masculino-masculino que reforzaba su masculinidad rural y su heterosexualidad. Los hombres casados ​​consideraron que el sexo con hombres era menos amenazador para el matrimonio que el sexo extramatrimonial con mujeres, lo que ayudaba a preservar una parte de sus vidas que consideraban fundamental para su rectitud”, fue parte de lo descrito por Silva tras su observación.

¿Quiénes están en contra?

Algunos miembros de la comunidad LGTBI+ rechazan a los budsexers porque según ellos, son hombres que no asumen su verdadera inclinación sexual y prefieren permanecer como se dice cotidianamente “dentro del closet”.

y tú, ¿que opinas?

Fuentes:

El País

El Clarín

Glamour