Las infecciones de transmisión sexual siempre han sido comunes a lo largo de los años, pero lo que ha marcado la diferencia en la actualidad es que algunos tipos de enfermedades han ido empeorando y se están volviendo más resistentes a los tratamientos, y justamente eso es lo que ha generado una alerta entre la comunidad médica.

Las cuatro enfermedades de trasmisión sexual que te mencionamos a continuación han tenido un repunte debido a que cada día son más las personas que se atreven a tener relaciones íntimas sin protección, olvidando que ponen en riesgo su salud.

Neisseria meningitis, también llamada meningococo

Uno de los puntos más extremos a los que puede llegar esta infección es a causar daño potencialmente mortal al cerebro y las membranas protectoras de la médula espinal, todo ello debido a una meningitis invasiva.

Se dice que entre un 5 y 10% de los adultos portan la Neisseria meningitis en la parte de atrás de la nariz y la garganta. Investigaciones sugieren que puede transmitirse a la pareja a través del sexo oral, los besos profundos y otros contactos íntimos.

Los brotes más invasivos han tenido lugar en distintos países de Europa y algunas ciudades de Estados Unidos y Canadá. Principalmente se han manifestados en hombres homosexuales y bisexuales.

Hasta el momento se han registrados cinco tipos de la Neisseria meningitis como las responsables de la mayoría de infecciones en el mundo. Por suerte existen dos vacunas que al combinarse ofrecen alguna protección.

Mycoplasma genitalium

Aunque es de minúsculo tamaño, esta bacteria identificada en la década de los 80’ actualmente infecta al 1 y 2 % de las personas, mayormente jóvenes. Por la forma en la que se manifiesta, suele confundirse en primer lugar con una clamidia o gonorrea, ya que causa irritación en la uretra y el cuello uterino.

Esta infección (que puede prevenirse con el uso del condón) es capaz de comprometer al sistema reproductor femenino, causando infertilidad, abortos espontáneos, partos prematuros o muerte del feto.

Otro hallazgo importante relacionado con esta enfermedad es que se ha vuelto resistente a tratamientos con antibióticos como la azitromicina y doxiciclina.

Shigella flexneri, también conocida como shigelosis o disentería de Shigella

Lo creas o no, una de las formas directas de contagio es a través de las heces fecales, y entre los síntomas que desencadena están los calambres en el estómago y fuertes diarreas explosivas con mucosidad y sangre.

Aunque los primeros casos datan de la década del 70’ en hombres gay y bisexuales, en el presente la shigelosis ha tenido un alza por las relaciones sexuales anales y orales. Cabe destacar que este tipo de infección también se ha vuelto resistente a la azitromicina.

Linfogranuloma venéreo

Originada por una cepa (población de células) de Chlamydia trachomatis, puede generar una de las peores infecciones.

En primer momento se puede manifestar a través de un grano en el área genital o una úlcera, y luego puede tomar posesión del sistema linfático (una red de tejidos y órganos). También puede presentarse en el recto y ser confundida con una enfermedad intestinal inflamatoria.

Otro factor importante es que esta infección puede ampliar el riesgo de contraer VIH. Los casos más sonados han tenido lugar en Europa y Norteamérica, en la población masculina homosexual y bisexual.

Fuentes:

Mosaic Science

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