Nuestra infancia es la etapa de nuestras vidas más hermosa sin duda alguna. Sabemos que nuestros padres están a nuestro lado, nos apoyan, cuidan, protegen y nos preparan para un futuro, y para que seamos personas de bien, algo que nos da tranquilidad cuando estamos pequeños.

La educación juega un papel importante en nuestro desarrollo y es por ello que todos los niños deben ir a la escuela y recibir los conocimientos necesarios para que en un mañana lleguen a ser grandes profesionales y estar en condiciones de mantenerse económicamente y vivir dignamente.

Tristemente aunque se supone que es un derecho que todo niño tiene, existen millones de infantes que no tiene acceso a la educación por diferentes razones y de esta manera indudablemente su futuro es incierto, algo que debería modificarse.

De esta dura realidad no escapa un pequeño niño que ha revolucionado las redes sociales con una fotografía que su maestro público y todo el que lo observa no puede evitar sentir dolor y admiración, al mirar su cabecita congelada, mejillas rojas y manos quemadas, un aspecto simplemente asombroso.

Resulta que Wang Fuman de apenas 8 años, tiene que caminar hora y media para llegar a su escuela todos los días, lo peor de todo es que esta caminatas las hace en medio de bajas temperaturas y sufriendo las inclemencias del clima, por su condición tan humilde, su abuelita no tiene las posibilidades de abrigarlo aún más y esto hace que al llegar a su sitio de estudio, Wang luzca su cabeza congelada, algo que llama la atención de todos los que lo miran.

Este pequeño vive con su abuelita en una provincia de Yunnan al sur de China, su madre lo abandonó y su padre debió marcharse a otro lugar para conseguir trabajo.

Diariamente son 4,5 kilómetros la distancia que el niño recorre a 9 grados menos cero, y esto no le impide ir a su escuela. Es un niño muy entusiasta, aplicado y ama su estudio, sabe que debe preparase y nos da un ejemplo a todos, su constancia, dedicación y entrega son dignas de admirar, tan pequeño y con tanta fortaleza, realmente es un “gran niño”.

Su maestro le tomo unas fotos un día que llegó con su cabecita congelada y no pudo evitar retratar su linda imagen. Esta foto ha dado la vuelta al mundo y muchos se han conmovido con su historia, pues para muchos otros infantes estudiar es un fastidio, lo que para Wang es una esperanza de vida y de un futuro más prometedor.

Muchas son las personas que quieren colaborar con el pequeño, luego de saber su historia. Por lo pronto el director de la escuela y su profesor le  han facilitado algunos abrigos para que el menor esté más protegido cuando se traslada a la escuela.

Estamos seguros que la bondad y generosidad del ser humano en esta ocasión serán significativas, y apoyar a personas tan capaces y luchadoras es un deber que nos llama a todos.

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